Dante

Fernando Juarez
9 min readJun 23, 2022

Todos tenemos uno o varios sueños que en nuestra infancia no pudimos cumplir pero una vez llegamos a la adultez, es muy probable que nuestra capacidad adquisitiva nos permita hacer realidad mas de uno de esos sueños. Cuando era niño siempre quise tener un perro, quería que ese perro fuera lo suficientemente fuerte y grande para que pudiéramos salir a correr o tener largas caminatas. Lastimosamente la casa en la que vivíamos con mi familia era muy pequeña, estaba localizada una zona peligrosa por lo cual no podría sacarlo a dar un paseo por las noches, y la situación económica que enfrentábamos no nos permitió tener otro miembro en nuestra familia.

Tuve que crecer con ese sueño frustrado, el sueño de tener un compañero de batallas, un amigo fiel, un ser al que cuidar. Los años pasaron y la primera oportunidad que se presentó para adquirir un cachorro fue en el 2018. Ya vivía solo y la casa en la que residía tenía un patio estupendo para que mi futuro perro pudiera vivir feliz y con mucho espacio. Lastimosamente ese primer intento fue fallido por falta de valor, sentía que aún no estaba listo para cuidar y ser responsable de un ser vivo. Y con mayor razón si en esa época mi vida era un caos, el cual tenía que solventar antes de ser responsable de alguien más además de mi persona.

En el mes de Enero del 2020 se presentó la segunda oportunidad de poder adquirir un cachorro de raza Golden Retriever. Ya todo estaba arreglado, solo tenía que entregar el anticipo y el cachorro sería mío en 1 mes. Pero paso de nuevo, volví a sentir esa ansiedad por dentro de no ser capaz de poder criar un perro por mi cuenta, pensé que si aún no era capaz de tomar por completo las riendas de mi vida, ¿cómo podría tomar las riendas de la vida de otro ser vivo?. Y así fue como dejé pasar por segunda vez la oportunidad de tener mi primer perro…

No todo fue tan malo después de esos dos intentos fallidos. Confieso que entre el segundo intento y la llegada de Dante a mi vida, hubo otro hermoso perro el cual me llenó de sonrisas, cariño y un par de enojos jajajaja. Él era Morgan, un Husky cruzado con Pastor Aleman, y que a pesar de su edad estaba lleno de vida y mucha energía. Recuerdo que la primera vez que lo conocí, su dueña me dijo que él no aceptaba a cualquier persona porque él era muy bueno olfateando si esta persona tiene buenas o malas intenciones, así que debía tener cuidado. Pero el resultado fue todo lo contrario, Morgan y yo hicimos conexión muy rápido, tanto que cada vez que llegaba de visita él siempre me recibía con mucha alegría. Conviví alrededor de 1 año y 6 meses con este hermoso ser, jamás olvidaré cómo jugábamos en su patio, lanzándole balones de fútbol o ramas de árboles para que él fuera por ellas. Fue una bonita experiencia, me hizo darme cuenta que entre tanto caos, un perro te podía llenar de paz. Uno nunca sabe cuándo será la última vez que convivirá con su seres queridos, y yo no supe que ese día sería el último que jugaría con Morgan… Espero que el corto tiempo que convivimos juntos, yo haya podido hacerte muy feliz.

Hay tantas razones por las que México es tan especial para mí, y una de ellas es que en ese hermoso país fue donde tomé la decisión de dejar a Dante entrar a mi vida. He de aceptar que casi vuelvo a echarme para atrás en ese momento, pero no puedo negar que la conversación que tuve con una persona que llegue a estimar muchísimo en el pasado fue lo que necesitaba para aventurarme en este nuevo capítulo de mi vida. ¿Te detiene el miedo? ¿Te detiene la incertidumbre? ¿Te detiene el temor a equivocarte? fueron las preguntas lanzadas por esta persona que me hizo reflexionar que uno nunca está listo para una nueva aventura en su vida, es el miedo a lo incierto. Agradezco las palabras de apoyo, quien me conoce sabe que cuando estoy en dudas lo mejor es recordarme que nunca estuve listo para todo lo que he logrado, y heme aquí, el resultado de las decisiones que tome aun teniendo miedo.

5 de Agosto del 2021 alrededor de las 10 AM iba camino a encontrarme con la persona que me entregaría a Dante. Honestamente puedo confirmar que uno nunca está listo para casi nada en la vida, ya que mientras iba camino al lugar de encuentro mi mente seguía diciéndome que no estaba listo, que no iba hacer un buen trabajo, que ese perro no sería feliz conmigo, etc, etc. Es aquí cuando debes apagar por un momento la razón y la intuición, y solo confiar en ti mismo porque de lo contrario siempre terminaremos echándonos para atrás en todas las decisiones que significan un cambio brusco en nuestro diario vivir.

No fue nada fácil, han sido muchos años viviendo solo y de repente tienes a un nuevo ser vivo en tu casa del cual ahora eres responsable, y el cual por un par de meses te necesitará para poder sobrevivir. Más allá de lo fácil o difícil que puede significar criar un perro para la gran mayoría, es el hecho de enfrentar que ahora tienes una responsabilidad con alguien más lo que más te llena de temor. Y para alguien como yo que se ha guiado con un enfoque más individualista, tuve que hacer un giro de 180 grados y empezar a compartir mi tiempo con un nuevo ser.

Pero basta de dramas, los primeros meses de Dante fueron muy divertidos. Recuerdo el proceso de enseñarle a hacer sus necesidades en el patio y no en la sala o mi dormitorio. Recuerdo que progresivamente tuve que enseñarle que yo no podía pasar 24/7 en casa, por lo cual él debía aprender poco a poco a estar solo. Jamás olvidaré nuestro primer paseo, que por cierto lo hice en contra de lo que el veterinario me había recomendado, ya que el primer paseo debía ser después de que Dante tuviera todas sus vacunas, pero no pude esperar y salimos antes de lo previsto jajaja. También aprendí que no todos los consejos que te dan otras personas que también tienen mascotas son correctos, lo mejor es siempre guiarte por lo que tu veterinario recomienda pero también hacer tu propia investigación. Los golden retriever en sus primeros meses tienden a ser muy delgados por lo cual es normal que la mayor parte de personas que ignoran el tema piensen que no lo estas alimentando bien, lo cual es muy molesto escuchar porque no deseas estar aclarando el mismo tema a tantas personas; por lo cual aprendí a no opinar sobre otros perros a menos que me pidan mi punto de vista. A pesar de todo, la infancia de Dante me dejó tantos recuerdos, recuerdos que tengo grabados en tantas fotos y videos que no me aburro de volver a verlos cada cierto tiempo. Uno de los días más especiales que tuve en la infancia de Dante, fue cuando fuimos a una de mis cafeterías favoritas, ese día Dante se robó las cámaras ya que todo mundo quería acariciarlo y tomarse una foto con él; y como todo un buen golden, disfruto cada caricia que recibió ese día, hasta pudimos tomarnos una de las fotos más icónicas que tengo con él, la tituló: El Dante navideño.

Muchas noches del 2021 fueron muy duras para mí, pero jamás olvidaré que en su inocencia, Dante siempre me acompañaba, ya sea durmiendo en mis pies o subiéndose al sofá para estar conmigo. Recuerdo que mi psicóloga siempre me decía que tener un perro cambiaría radicalmente mi vida, esto me lo dijo antes de adquirir a Dante, y vaya que tenía razón… Puedo afirmar que Dante jugó un papel muy importante en el proceso que lleve con mi psicóloga, ya que entre las tantas cosas que debía trabajar en mi, estaba el hecho de poder ser más empático con los demás; y qué mejor manera que ser responsable de un ser vivo. Dante y el GYM fueron los dos pilares que sostuvieron mi salud mental mientras luchaba en contra de los demonios que acechaban mis pensamientos en ese entonces.

Si alguien me preguntara ¿qué significa para ti tener un perro?, le respondería lo siguiente:

Para mí tener un perro es aunque muy diferente, una precuela a tener un hijo. Tener un perro es aprender amar a través de gestos y tiempo de calidad, ya que es un ser que jamás entenderá tus palabras, pero si comprenderá tus caricias y apreciara el espacio que haces en tu vida para jugar con él. Tener un perro es ver una chispa de felicidad cada vez que abres la puerta de tu casa, nadie en esta vida te recibirá con tanta alegría como lo hará tu mascota. No siempre es el caso, pero tu perro podría ser en parte el reflejo de tu personalidad. Yo me considero una persona introvertida pero una vez entro en confianza puedo ser muy amigable y alegre, pues eso es Dante, aunque en su universo no existe el término introvertido/extrovertido, el es un ser que no importa quien se acerque a él, el siempre buscara ser tu amigo, y quizás muy en el fondo yo siempre quise ser como Dante y no tanto como Fer. Tener un Dante es no poder enojarte porque alguien no hace las cosas como a ti te gustan, es suspirar y luego reírse de sus ocurrencias, es comprender que todos somos diferentes y queremos amar desde nuestra libertad.

Ya tienes un año en este caótico mundo Dante, este 15 de Junio fue tu primer cumpleaños y aunque el tiempo corre mucho más rápido en tu universo, quiero que sepas que jamás había aprendido tanto de alguien como lo he hecho contigo. Gracias por enseñarme ser responsable de una vida, ha sido un placer para mi ayudarte a convertirte en el mejor chico; gracias por enseñarme que también podemos comunicar lo que sentimos a través del contacto físico, tu apoyo en estos meses ha sido clave para que pudiera conseguir mi mejor versión; gracias por recibirme con tanta emoción cada vez que retorno a casa, no sabes lo grandioso que se siente saber que alguien te está esperando a que regreses; gracias por las largas caminatas que hemos tenido mientras reflexiono sobre la vida, no hay mejor terapia que irnos de paseo por las noches. gracias amigo por aquel desastre que hiciste una noche antes que me fuera de viaje a Costa Rica, gracias a ti conocí a esa chica linda que día a día se esta convirtiendo en alguien muy especial en nuestras vidas joven compañero de lucha; y sobre todo gracias por ser el mejor amigo y el más fiel que un hombre podría tener.

Es imposible no pensar que un día nuestra historia llegará a su fin, pero quiero que sea eterno mientras dure. No estaré preparado para cuando llegue nuestro adiós, pero tampoco estaba preparado para nuestro primer encuentro. Al final solo importa que seamos felices, que disfrutemos al máximo cada día que la vida nos permite estar juntos. Luego de un año puedo afirmar que mi felicidad tiene nombre y apellido, y se llama: Dante el perro elegante.

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