Pausa

Fernando Juarez
5 min readDec 4, 2021

Hoy estaba recordando que a inicios de la pandemia, siempre nos bombardearon con artículos o videos de como ser mucho más productivo ya que al estar todos encerrados, no podíamos desperdiciar esta oportunidad de oro para hacer todo eso que habíamos soñado lograr pero que lo postergábamos por el tiempo que sacrificabamos en el tráfico o en la oficina mientras trabajabamos.

Ha decir verdad, creo que esa presión de tener que hacer algo diferente mientras nos encontrábamos bajo encierro, causó más daño psicológico que beneficios, dado que por naturaleza somos seres sociales y por más que algunos amaramos pasar en nuestros hogares, a muchos nos causó crisis el no poder al menos salir por un paseo, de hecho ir al supermercado o la farmacia significaba una pequeña luz al final del túnel.

No todo fue tan malo, al menos en mi caso, fue un momento ideal para mi ya que esa larga pausa al ajetreo de manejar hacia el trabajo, reuniones en la oficina, salidas con mis amigos, etc. Pude enfocarme en quizás mi objetivo más importante del 2020, pagar una deuda de $13,000. Al no tener distracciones o gastos innecesarios pude conseguir un segundo trabajo y enfocar toda mi energía en disminuir esa deuda a cero en el transcurso de casi un año. Quien ha logrado salir de una deuda tan grande, sabe lo que significa ese glorioso momento cuando llegas al banco a pagar la última cuota y poder al fin disfrutar por completo tus ingresos. Yo aplique el método de snowball, pero también la presión de tener que pagar esa deuda me motivó a leer tres libros en el lockdown que me ayudaron muchísimo a mejorar el manejo de mis finanzas personales, los cuales son:

Cabe recalcar que los libros que he mencionado no son para magicamente convertirte en millonario, simplemente son libros para mejorar el manejo de tus finanzas personales y una pequeña introducción a la inversión. En un futuro articulo explicare como “tropicalizar” muchas técnicas mencionadas en esos libros para que hicieran sentido en un país latinoamericano.

Haciendo una retrospectiva de mi vida entre el 2020 al 2021, la entrada a los 30 años fue un poco caótica para mi. Entre una deuda que pagar, una relación con una chica maravillosa pero en la cual teníamos muchísimas diferencias, el deseo de cambiar de trabajo, mi sobrepeso, el covid, alcoholismo, problemas familiares y sobre todo exceso de trabajo extra. Llegue a rendirme en silencio tantas veces, ya sea por ese estupido pensamiento de que un hombre no puede mostrarse débil o simplemente porque sentía que nadie me comprendía (hasta que acudí a una psicóloga). El desgaste mental y físico me llevó al límite. Cambié mi temperamento, perdí la alegría, ya no sentía deseos de conocer a nadie más, ya no sentía deseos de tomar nuevas aventuras, y dañe muchísimo a las personas que me amaban. Un cóctel de caos e infortunios fue lo que me dejó el encierro…

Hoy sábado 4 de diciembre del 2021, mientras escribo este artículo, puedo afirmar que ese caos se esfumó por completo de mi vida. A veces necesitas tocar fondo para darte cuenta de lo que en verdad importa o no en esta vida. De nada sirve tener tu cuenta bancaria con 5 dígitos si al final no tienes tiempo ni para ir por un helado o disfrutar de una espléndida vacación con tu chica. De nada sirve entregar tu alma al trabajo para conseguir un mejor “cargo”, si al final te vuelves un ser odioso ante tus compañeros. De nada sirve querer salvar a tu familia, amigos, y pareja, si al final no eres capaz de salvarte a ti mismo. De nada sirve tener una vida social nocturna donde te la pasas bebiendo, si con el tiempo empiezas a notar un desgaste en tu físico y salud.

Hoy por hoy, logré hacer una pausa en todo ese caos que me aconteció, una pausa que no hubiera sido posible sin la ayuda de mis amigos más cercanos que hasta me acompañaron en mis nuevos hobbies; De mi querida hermana que no dudo en prepararme un plan alimenticio para que empezara a mejorar mi fisico y salud; De mis abuelas que siempre se han encargado de llenar mi tanque de amor; De mi psicologa que me tuvo fe aun cuando empecé nuestras sesiones un poco renuente; De mi perro Dante que ha sido mi compañero fiel en esta nueva aventura; Y de esa fuerza de voluntad que siempre me ha caracterizado, que estaba allí escondida esperando el momento exacto para reaparecer en mi vida.

Todos tenemos derecho a cambiar y soltar, y yo decidí soltar todo lo que representaba una carga en mi vida para así poder tomar más fuerza en este nuevo sprint que se me ha presentado. Esta pausa me ayudó a establecer nuevos objetivos y deshacerme de los que ya no hacen sentido en mi contexto actual, me ayudó a conocerme mucho mejor y sobre todo apreciar muchísimo más mi soledad.

Haz una pausa en tu vida, revisa si tus objetivos aún tienen sentido en el contexto que te encuentras. Busca un equilibrio entre tus metas, salud mental y condición física; Recuerda que debes crear un plan para apreciar más el camino que el propio destino; No está mal rendirte o decir “No” por el bien de tus seres amados y sobre todo por tu amor propio. Y sobre todo disfruta la vida, recuerda que we only have one shot.

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